Sin embargo frecuentemente los pulsos chinos debido a su aparente complejidad, se enseñan enlazados a una simbología (pulsos de tambor, filiforme, de cebolla, rugoso, frenado, etc.) lo cual ayuda a convertir este arte en un rompecabezas casi imposible de discernir para quien intenta leer e interpretarlos.
Es nuestra atracción natural por lo místico lo que nos hace aceptar que la lectura del pulso puede ir unida a una representación difusa de la energía, pero eso no es lo que hacemos en Kensho, por eso os presentamos un sistema increíblemente sencillo para aprender a leer los pulsos de las muñecas